

Chill-OM es una variedad muy fácil de cultivar y con la que se pueden conseguir producciones bestiales gracias al increíble tamaño de su ojo central, por ello es perfecta para esquejar y realizar un Mar Verde.
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Chill-OM de Mandala Seeds es una variedad de cannabis procedente del cruce entre una cepa colombiana seleccionada por su potente efecto psicoactivo, con una cepa procedente del sur de Asía, la cual aporta genes índicos al cruce. El resultado es una variedad equilibrada más hacia sus genes índicos, lo que le confiere la capacidad para desarrollarse de forma amplia y robusta, generando una estructura fuerte y resistente. Por ello es ideal para que la cultiven tanto profesionales como principiantes.
Chill-OM como hemos comentado antes, crece a buen ritmo y de forma compacta generando un ojo central de gran tamaño y volumen, por este motivo es perfecta para realizar un mar verde súper productivo, con el que se pueden superar los 450 g/m2 con bastante facilidad. Cultivada desde semilla hay que tener en cuenta el gran tamaño de sus hojas, las cuales restan mucha luz a las partes bajas, por ello y según el desarrollo, recomendamos realizar una defoliación controlada. Para conseguir los mejores resultados recomendamos darla unas 4 semanas de crecimiento, sabiendo que algunos ejemplares dado su vigor pueden llegar al 1,50 m de altura. Finalmente su cosecha se puede realizar después de unos 70 días aproximadamente.
En cultivos de exterior se presenta como una opción inmejorable en zonas donde la climatología suele ser adversa, además posee una excelente resistencia frente a las altas temperaturas y al ataque de plagas como; araña roja, pulgón y mosca blanca, entre otros. Por otro lado y gracias a su estructura no es necesaria la instalación de tutores a su alrededor, ya que si realizamos un par de podas apicales, la podemos mantener en una altura inferior a 2 metros con capacidad absoluta para soportar el mal tiempo. Finalmente y después de unos pocos mimos y un régimen alimenticio normal, es posible cosechar plantas de entre 600 y 700 g a finales de octubre, aunque en manos expertas puede superar el kilo.
A pesar de lo que uno puede pensar al ver su morfología, el aspecto y el grosor de sus flores, se tiende a pensar que el golpe físico va a ser descomunal, sin embargo ofrece un golpe bastante llevadero el cual incita a la conversación y a la actividad física y mental, pero desde un punto de calma y sosiego muy agradable. En cuanto a sus propiedades aromáticas las cuales son bastante especiadas, nos permiten poder apreciar en boca al inhalar y al exhalar notas herbales a romero, salvia y levemente a menta, acompañadas por un trasfondo incensado muy buscado y valorado.
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