

La Trainwreck Auto de Fast Buds es la variedad autofloreciente de una de las cepas más equilibradas de los últimos tiempos, proporcionando tanto los efectos activos de las sativas como los terapéuticos de las índicas.
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La Trainwreck es una genética muy potente que surgió de un clon élite escogido entre la descendencia de varias sativas. Esta selección, acontecida en el condado de Humboldt, dio el pistoletazo de salida a la historia de una cepa cuyo nombre ya asegura emociones fuertes. Todo un ‘choque de trenes’.
Debido a su incipiente popularidad, Fast Buds ha decidido otorgarle la característica autofloreciente (cruzando la Trainwreck con la FB Fem Auto #14) para que hasta los cultivadores más noveles puedan disfrutar de esta variedad equilibrada (sativa 55%) que otorgará efectos psicoactivos y relajantes a partes iguales.
Como ya hemos comentado, su casi perfecto equilibrio sativo e índico le aporta características de ambas variedades. Se trata de una cepa potente (hasta un 22% de THC) cuyos efectos no aparecen instantáneamente tras su consumo, sino que van desarrollándose lenta y prolongadamente hasta causar un subidón cerebral muy pronunciado y duradero.
Tras un tiempo (que depende de la tolerancia y del individuo que la consume), su parte más índica se abrirá paso para generar una tranquilidad total acompañada del alivio de cualquier dolor y una relajación muscular muy agradable.
De hecho, los consumidores más experimentados aseguran que esta cepa es ideal para disfrutar de una tarde libre donde quieres realizar actividades creativas y estimulantes, calculando el tiempo para que la relajación propia de las índicas aparezca por la noche.
El sabor de la Trainwreck Auto oscila entre tonos cítricos que recuerdan al limón y regustos dulces con matices a pimienta. Esta variedad cuenta con una gran cantidad de terpenos que hacen variar su sabor dependiendo del fenotipo que se cultive. De hecho, algunos consumidores aseguran que esta cepa es ácida y picante, mientras que otros han llegado a testificar que su sabor les ha recordado a alimentos especiados.
Por su parte, los aromas de esta cepa son altamente fuertes. Si no se incorpora un circuito de extracción antiolor, la Trainwreck Auto arrasará varios metros a la redonda, convirtiendo en una tarea muy sencilla la detección del cultivo por parte de vecinos o extraños.
Al igual que todas las variedades de la última colección de Fast Buds, la Trainwreck Auto se comporta de forma excelente en cultivo interior. Con pocos cuidados y mínima atención, esta planta producirá entre 350 y 550 gramos por metro cuadrado a las 9 semanas de su germinación. Por ello, la Trainwreck Auto es una variedad perfecta para cultivadores iniciados, gracias a su velocidad de floración y el margen de error que ofrece su robustez.
Por otro lado, para cultivadores más avanzados se recomienda distribuir estas plantas en un 5x5 en macetas de 7 litros y bajo un foco de entre 400 y 600 watios para maximizar la producción. Además, el uso de fertilizantes ecológicos garantizará la pureza de las propiedades organolépticas de los frutos cosechados.
Aunque esta variedad es muy productiva en interior, es en exterior donde mostrará toda su potencia. En un clima moderado, la Trainwreck Auto desarrollará varias ramas laterales que pueden crecer tan altas como la copa principal, característica poco usual en las plantas autoflorecientes. Por ello, si la situamos en un lugar cálido, donde el sol se distribuya bien por toda la planta, su producción final se situará entre 60 y 150 gramos por ejemplar.
Además, su forma compacta y tupida la hace ideal para balcones en los que queramos evitar la mirada de extraños. Sin embargo, el olor seguirá siendo un problema, por lo que es aconsejable incorporar a nuestro cultivo algún tipo de planta aromática para neutralizar su aroma tan potente, como el romero o la lavanda.
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